Se trata del edificio que actualmente ocupa el Excmo. Ayuntamiento y que en sus orígenes fue un Palacio-Residencia de los Dominicos del Colegio de la Universidad de Orihuela, durante el periodo del señorío de Redován desde 1616 hasta el siglo XIX. Al parecer, la construcción del edificio data de 1726. En su origen, era mucho más grande y contaba con varias salas, alcobas y cuartos de estudio, comedor, cocina, despensas, hermosas vistas y varios balcones de hierro; sus salas estaban adornadas con más de cuarenta retratos de santos, pontífices y escritores de la Orden de Predicadores. En la planta baja, al lado derecho estaba la almazara donde se elaboraba el aceite de todos los labradores de término de Redován y al lado izquierdo estaba la real cárcel. Desafortunadamente, ha desaparecido una antigua torre-aljibe que había justo en la misma puerta a mano izquierda y desde las que se elevaba el agua a la planta superior. Por esa razón hoy se observa una venta desplazada junto al balcón, mediante la que se accedía a dicha torre.
La plaza donde se ubica albergaba un precioso jardín con vistas hacia la ciudad de Orihuela.
Como curiosidades cabe destacar:
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- Un grafiti del siglo XVII en la esquina de la izquierda del tejado con una cara, que algunos señalan como la del visir granadino Abu-I-Nu’Aym Ridwan que da nombre al municipio, justamente mirando hacia la ciudad Granada.
- El escudo heráldico de Fernando de Loaces, que fue encontrado en 1981 en una pared interior del edificio y que hoy se encuentra en su fachada. Representa al legatario de los dominicos que construyeron el edificio como sede-residencia del rectorado de la histórica Universidad de Orihuela. Seguramente porque fue quien dio el mandato de lograr y mantener una universidad en Orihuela que rivalizase en prestigio con la de Granada, con la intención de devolver el honor a los miles de esclavos de la Vega Baja que fueron capturados sobre el año 1331, bajo órdenes del mismísimo Ridwan para construir la Madraza que luego pasaría a ser la Universidad de Granada. El escudo esconde un mensaje oculto a modo de jeroglífico.
- En el lado frontal derecho de la plaza, junto al actual monumento dedicado a la Semana Santa, llegó a existir una casa-residencia para el cura párroco de la localidad y que desapareció en la segunda mitad el siglo XX.
La Calle San Miguel, que discurre a su lateral este debió ser de escaleras, puesto que una de las estrofas del canto de los auroros, así lo identifica.