Las tierras que discurren desde aquí hasta Benferri se conocía como el “Campo del Ramblar” y que fueron incorporada a los dominios feudales de Redován en tiempos del dominio feudal de los Santangel por el año 1522 aproximadamente. Posteriormente pasaron a ser propiedad del Marqués de Rafal, quien los vendió a la Caja Rural Central. El barrio fue fundado por Don Carlos Irles Vinal, quien fuera canónigo de la Catedral de Orihuela en la década de los años 50 del siglo XX, de ahí su denominación. Don Carlos Irles solicitó unas subvenciones a la misma entidad de crédito para poblar el lugar. Los primeros habitantes comenzaron a llegar a partir de 1960.
- Ermita de San Carlos: construida en 1969. Hoy alberga una pequeña Talla de San Carlos Borromeo y la Virgen de los Dolores.
- Grieta de los Palmitos: S trata de una grieta poco profundan en la zona peñosa de la sierra, antes de llegar al Barrio San Carlos. Es un lugar de gran interés de flora silvestre, por albergar numerosas especies en peligro de extinción. En sus inmediaciones se encontraron algunos restos arqueológicos de la época ibera.
- Peñón de la Lobera: denominado así durante siglos, se piensa que es debido a que en este lugar solían poblar algunas especies de lobo ibérico, ya desaparecido. Actualmente está catalogado como espacio natural de microreserva de flora con algunas plantas endémicas.
- Paraje del Cabezo: En el pasado fue un pequeño peñasco de piedra caliza. En sus inmediaciones se han encontrado numerosos restos arqueológicos de la edad antigua y de la época medieval. En algunos escritos antiguos se cita este lugar, donde se desató una especie de guerra civil entre las poblaciones de Albatera y Redován. La primera reyerta destacable y de la que se tiene constancia se remonta al año 1380; viene protagonizada por las casas de los Rocafull y los Mirons, titulares de los señoríos de Albatera y Redován. La cuestión se inició entre cierto López Álvarez, amigo de los Rocafull, y los hijos de Francesc Mirons. El origen de esta disputa también se ha atribuido a un segundo motivo, el abandono por parte de uno de los Rocafull de una joven Soler, cuya familia se hallaba vinculada a los Mirons, dando lugar a un rompimiento de noviazgos en cadena que acabó sembrando el desorden y desconcierto en la villa.
Ante estas situaciones, las autoridades se alinean en ambos bandos; los enfrentamientos trascienden al campo; se producen los primeros homicidios y ha de intervenir directamente el Rey. Los jefes de cada fracción son llamados a la Corte, en Orihuela actúa un comisario regio con plenos poderes. Finalmente, el asunto queda zanjado mediante arreglos pecuniarios, satisfacciones verbales, compromisos de treguas por escrito y algún destierro temporal.