[ T R I S T E Z A, M A L E S T A R ]
A veces la vida cambia, produce pérdidas y nadie puede luchar contra eso.
La tristeza es una emoción natural que surge ante “una pérdida”: de una relación, un trabajo, la salud, una persona querida, la seguridad, una oportunidad, un proyecto, el autobús…
La intensidad de la emoción que sentimos depende de cuán importante es la pérdida para nosotr@s.
La tristeza es protectora, sirve para ahorrar recursos y energía. Nos permite pensar, coger fuerzas y conservar el ánimo necesario para adaptarnos a la nueva situación.
Despierta la empatía de las demás personas, y de esta manera, nos ayuda a vincularnos de nuevo al grupo, a la vida y a nuevos proyectos, con nuevas emociones y afectos.
Aislarnos del dolor puede protegernos del sufrimiento, pero también bloquea la capacidad protectora de la emoción.
Madurar, adaptándonos a la nueva situación y reorientar nuestra vida: esta es la función adaptativa de la tristeza y no es posible ni deseable eliminarla o suprimirla.
¿Debemos entonces quedarnos sin más con el dolor o las emociones difíciles que nos generan muchas situaciones de la vida?
[ L LO R A R ]
La necesidad de protegernos y evadirnos ante la tristeza que produce el cambio es instintiva.
Pero, pasado un tiempo de reposo y reflexión, evitar se convierte en un problema, porque no te permite buscar soluciones y abrirte al cambio, a la adaptación y la mejora.
¿Cuántas cosas hacemos para gestionar la tristeza o la ansiedad que funcionan un tiempo y después dejan de hacerlo? Se vuelven pesadas y nos hunden más.
Tapar la tristeza con enfado o ira, ahogarla en alcohol, actuar como si no pasara nada, “dejar pasar”, no hablar de lo sucedido o intentar olvidar, son estrategias de evitación.
Aunque tenemos la esperanza de que tapar y evitar funcione como recurso para superar, es muy probable que no logres el éxito en tu misión.
Llorar, es una respuesta emocional natural ante la tristeza y el dolor. El llanto comunica, calma, alivia, induce el sueño, libera hormonas y toxinas relacionadas con el estrés, y es gratis.
Si estas triste…
Escucha tu emoción (por qué sientes tristeza, cómo la sientes en el cuerpo, etc.), exprésala, llora, desahógate, déjate abrazar o acompañar por personas de confianza, sé tú mismo/a, mímate, conecta con la naturaleza, busca actividades y momentos agradables, relativiza, aplica el humor …
Si la tristeza persiste, y no sabes gestionarla, busca ayuda profesional.
_ ESTÁ BIEN NO ESTAR BIEN _